Cripta de Santa Eulalia, sobre esta se encuentra el altar mayor de la Catedral de Barcelona
Sepulcros de Ramón Berenguer primero, y el de su esposa Almodis, fundadores de la Catedral Románica.
Inscripción bajo los dos sepulcros, Ramón Berenguer primero y su Esposa Almodis.
Retablos Barrocos
Organo de la Catedral de Barcelona y en la secuencia de abajo se muestra la entrada de San Lu.
INTERIOR DE LA CATEDRAL.:-
La Catedral de Barcelona, tiene tres naves que forman vueltas con crucería ojival, aunque, por unos hábiles artificios de sus arquitectos, cuando se contemplan las vueltas, parecen que tengan siete.
Esto es debido a los dos tramos con que cubrieron cada uno de los espacios entre los contrafuertes, llevando el muro de las fachadas laterales fuera de ellos, circundándolos. A causa de esto, estas naves de una altura similar, reciben una luz filtrada e indirecta que crea una atmósfera especialmente misteriosa. Son interesantes las capillas en forma de arco con columnas a los lados, policromadas, con una Santa Eulalia de alabastro y una Virgen de los Desamparados.
Bajo el altar mayor, está la cripta de Santa Eulalia, cubierta por una vuelta de doce sectores, casi plana. Detrás del altar, aguantado por columnas, se haya el sarcófago de mármol de la Santa, rica pieza de alabastro tallada por un escultor de Pisa (Italia) sin duda, discípulo de Giovanni Pisano, el año 1327. Este sarcófago esta coronado por una Madre de Dios y cuatro ángeles.
Detrás del altar se haya la Catedral Episcopal de finales del siglo XlV.
A la derecha del presbiterio y colgados del muro, están los sepulcros, tapados con terciopelo rojo de los fundadores de la Catedral Románica, Ramón Berenguer el viejo y su esposa Almodis.
En las capillas del ábside, están los retablos barrocos esculpidos y retablos góticos pintados. Entre ellos, una obra maestra, el de la Transfiguración de Bernat Martorell, con las escenas tan plásticamente resueltas de las Bodas de Canaán y de la Samaritana, verdaderas piezas clásicas de la pintura catalana antigua.
En el brazo oriental, sobre la puerta de San Lu, se haya el órgano, bajo el cual se encuentra una cabeza de moro, que en otros tiempos y en determinadas fiestas, vomitaba caramelos para los niños.
La Catedral de Barcelona, tiene tres naves que forman vueltas con crucería ojival, aunque, por unos hábiles artificios de sus arquitectos, cuando se contemplan las vueltas, parecen que tengan siete.
Esto es debido a los dos tramos con que cubrieron cada uno de los espacios entre los contrafuertes, llevando el muro de las fachadas laterales fuera de ellos, circundándolos. A causa de esto, estas naves de una altura similar, reciben una luz filtrada e indirecta que crea una atmósfera especialmente misteriosa. Son interesantes las capillas en forma de arco con columnas a los lados, policromadas, con una Santa Eulalia de alabastro y una Virgen de los Desamparados.
Bajo el altar mayor, está la cripta de Santa Eulalia, cubierta por una vuelta de doce sectores, casi plana. Detrás del altar, aguantado por columnas, se haya el sarcófago de mármol de la Santa, rica pieza de alabastro tallada por un escultor de Pisa (Italia) sin duda, discípulo de Giovanni Pisano, el año 1327. Este sarcófago esta coronado por una Madre de Dios y cuatro ángeles.
Detrás del altar se haya la Catedral Episcopal de finales del siglo XlV.
A la derecha del presbiterio y colgados del muro, están los sepulcros, tapados con terciopelo rojo de los fundadores de la Catedral Románica, Ramón Berenguer el viejo y su esposa Almodis.
En las capillas del ábside, están los retablos barrocos esculpidos y retablos góticos pintados. Entre ellos, una obra maestra, el de la Transfiguración de Bernat Martorell, con las escenas tan plásticamente resueltas de las Bodas de Canaán y de la Samaritana, verdaderas piezas clásicas de la pintura catalana antigua.
En el brazo oriental, sobre la puerta de San Lu, se haya el órgano, bajo el cual se encuentra una cabeza de moro, que en otros tiempos y en determinadas fiestas, vomitaba caramelos para los niños.