jueves, 1 de mayo de 2008

MARILUZ.- (PAULO COELHO)

Todos nosotros hemos pasado muchos días o semanas, sin recibir ningún gesto de cariño del prójimo. Son momentos difíciles, cuando el calor humano desaparece y la vida se reduce a un arduo esfuerzo por sobrevivir. En esos momentos en que el fuego ajeno no le da calor a nuestra alma, debemos revisar nuestro propio hogar. Debemos agregarle más leña y tratar de iluminar la sala oscura en la que nuestra vida se transformó. Cuando escuchemos que nuestro fuego crepita, que la madera cruje o que las brasas brillan, la esperanza nos será devuelta. Si somos capaces de amar, también somos capaces de ser amados. No es más que cuestión de tiempo. - Paulo Coelho.
Paticipación desde el Perú de nuestra amiga LINA.

martes, 29 de abril de 2008

CALLE DE LAS MURALLAS ROMANAS.- BARCELNA 2º PARTE








CALLE DE LAS MURALLAS ROMANAS BARCELONA 2º PARTE

Antigua calle de Basea, llamada oficialmente Sub-Teniente Navarro.

Continuando por la calle de la tapinería (ya mencionada anteriormente) y atravesando la plaza Del Ángel, encontramos en línea recta, la Calle Las Murallas Romanas.
Es una parte de la antigua calle de Basea, llamada así porque corresponde a unos terrenos donde antiguamente se celebraban luchas con ondas de vuelta (fones) (instrumento para tirar piedras).
En esta calle se conserva otro sector importante de la muralla romana, con siete torres más y las correspondientes fachadas que las une. A principio del siglo Xlll, fue construida un arco apuntando entre la primera torre y la segunda. Sobre este arco se recuesta una de las alas del Palacio de la Condesa de Palamós, en cuya fachada hay ventanas románicas con aberturas de dos formas bajo un único arco, excepcionales en el país y restos de una gran ventana gótica o tribuna del siglo XlV. Entre la segunda torre y la tercera, la muralla romana está coronada por un muro con un balcón del siglo XVl. La tercera torre a través de la cual fue abierta y tapiada posteriormente. Una puerta, conserva parte de su estructura superior con aberturas semicirculares.
En la época románica (siglo Xll o principios del Xlll) fue prolongada con la construcción alta (de la base a la cornisa) de ventanas separadas por una pequeña columna o dobles.
Esta torre esta separada de la cuarta, por unas construcciones casi derruidas, coronada por un arco diafragmático que corresponde a un salón desaparecido, por donde se puede ver el patio gótico.
Sobre arcos diafragmáticos, otro pórtico enlaza las torres cuarta y quinta, con el propósito de soportar los edificios construidos durante el siglo Xlll.
Entre la quinta y la sexta columna y frente a la fachada de la muralla, han sido colocadas unas columnas romanas, encontradas en el interior.
Después de la quinta columna, la bajada de Caçadors acaba el muro. La séptima columna descubierta el año 1968, se conserva toda entera, siendo su altura de dieciocho metros.